Nos situamos en la década de 1920 en Estados Unidos, en la «Era de la Prohibición».
Para imponer cierta moralidad y controlar el consumo de alcohol, el gobierno estadounidense decidió prohibir la fabricación y venta de alcohol en todo el país.
Esta decisión, en teoría, tenía buenas intenciones: reducir el crimen, fortalecer los valores familiares y promover la salud pública y bla, bla, bla. Pero la prohibición del alcohol tuvo consecuencias desastrosas.
En lugar de desaparecer, el alcohol se trasladó a los rincones más oscuros de la sociedad. Surgieron bares clandestinos llamados «speakeasies», donde la gente bebía en secreto y desafiaba la ley. Surgió como sabes el mercado negro del alcohol, el crimen organizado y la corrupción policial. Toda una película de gansters vaya!
Y es que Intentar controlar a la población en base a unas creencias y estilos de vida resultó ser un fracaso monumental. La prohibición del alcohol finalmente fue revocada en 1933, pero dejó una lección importante: los peligros de que el gobierno intente dictar cómo debe vivir la gente.
Los años han pasado, pero los gobiernos quieren seguir influyendo en nuestro estilo de vida, en nuestras creencias, quieren controlar nuestro comportamiento.
Ya sabes … La carne mala. Los insectos buenos.

¿Y cual es el próximo gran proyecto de los gobiernos para controlarnos?
Las CBDC.
Las CBDC, o Monedas Digitales de Bancos Centrales, son su nueva creación en la era de la revolución digital. Estas monedas son básicamente dinero en efectivo, pero en formato digital y respaldado por el banco central de un país.
El efectivo como lo conocemos, las monedas, el billete de 50 €, desaparece.
Querrán venderte que las CBDC son creadas por tu bien … para que todos paguen sus impuestos … para que no exista el dinero negro … para que el terrorismo o la prostitución puedan erradicarse, y más … ¡vamos que serán la solución a todos nuestros problemas!
Pero esos no son los auténticos objetivos de las CBDC. El objetivo es otro.
El objetivo es tener un control TOTAL sobre la población.
Con las CBDC los gobiernos tendrán un control absoluto sobre tus transacciones financieras. Ya no podrás comprar tus productos o pagar ningún tipo de servicio en metálico. Por supuesto olvídate de eso de «no me hagas factura».
Tu vida financiera quedará expuesta a ojos indiscretos. Todo lo que hagas se sabrá.
Piensálo ….
Todo.
Pero todo.
¿Acaso no valoras tu privacidad? Las CBDC permitirán a los gobiernos rastrear cada uno de tus gastos, ingresos y patrones de consumo. Ya no podrás comprar ese libro «especial» sin que el Gran Hermano financiero lo sepa. Adiós a tus secretos, ¡hola a una vida de transparencia total!
¿Recuerdas esos días en los que podías pagar con dinero en efectivo, incluso si el sistema bancario se caía o si tu teléfono estaba muerto? Bueno, con las CBDC, esos días quedan en el pasado. Ahora, tu acceso al dinero estará sujeto a la disponibilidad de tecnología y conexiones a Internet. ¿Qué podría salir mal?
¿Y si las CBDC fueran perecederas? Sí, quiero decir que pudiesen llegar a caducar. Lo mismo te dicen que la nóminas que vas a cobrar este mes la tienes que gastar, si o si, en un periodo de tiempo, o en unos productos determinados y otros no.
¿Te imaginas? Vas a pagar en un super y te dicen que ya has consumido suficiente carne de vacuno por este mes, que mejor compres verduras que es más bueno para tu salud.
¿Te parece esto imposible? Pues es una herramienta que tendrán en su mano los gobiernos dentro de nada. De la hecho ya la tienen.
Esto va más rápido de lo que la gente piensa.
Las monedas CBDC pueden parecer una respuesta moderna y sofisticada al dinero tradicional, pero no es así. La pérdida de libertad, privacidad, y el control absoluto son solo algunos de los peligros que podrían afectarnos a todos.
Así que, antes de dejarte llevar por la emoción de lo nuevo, te invito a reflexionar sobre los pros y contras de esta nueva forma de dinero. Mantén tus ojos bien abiertos y no te dejes atrapar sin saber en qué terreno te estás adentrando.
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